viernes, 17 de diciembre de 2010

Un viaje Entrópico


Vamos que nos deja el tren... súbete a esta mentira antes que se vaya. Súbete y verás que el azul es nuestra bóveda, será nuestro único límite. Sube que te sigo. Deja atrás todo, saborea la victoria, siente como la realidad pierde ante nuestros ojos, como llora nuestra pérdida. Toma mi mano y seamos la mentira de la mentira, vamos a mentir y mentir tanto que se haga realidad. Vamos que las vías nos esperan. Imagina el verde a nuestro alrededor, siente el aroma de la libertad, levanta la vista y escucha el infinito, escucha como nos llama con voz de sirena. Vamos, y seamos uno con la mentira, seamos la brisa del campo, juguemos entre los maizales, seamos los silencios, seamos esos besos. Sube antes que se vaya, sube que te sigo...

1 comentario:

  1. Repercuten en mí tus palabras en una especie de caótica sensación, fruto del encuentro de situaciones de aquellos que en la dulce espera, ya desesperan.
    Ingenuas esperanzas quijotescas de inexistentes años sedientos de experiencias, se derrumban bajo el abismo de las apariencias.
    Resuenan estallidos lejanos… Incongruencias… falsas verdades…
    Emprendemos viajes, o ¿simplemente huidas? Despojándonos del equipaje más preciado, o tal vez oculto, con la finalidad de conformar un todo; de encontrar semejanzas, de compartir andanzas, de vivenciar experiencias, de discutir enfatizando en la terquedad de nuestras propias voces.
    Hoy, esas insólitas coincidencias, confabulan en la búsqueda de encuentros y desencuentros constantes, de aceptaciones, de ridiculizaciones, de complicidades; maquinando armoniosos silencios…

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