miércoles, 18 de mayo de 2011

Insert coin...


Me pierdo en el universo de tus ojos, suspiro en tus tenues silencios, atesoro tus palabras, tus besos, tus caricias... Siento como pasa el tiempo y estas ahí, inmóvil, ignorando la procesión que llevo dentro, los giros vertiginosos que doy cuando intento decirte lo que realmente siento... No te das cuenta que me muerdo los labios, prisión de marfil para mis palabras, gestos inconclusos,miradas perdidas, risas desordenadas... Duele el vaso medio vacío, duele el doble sentido, la eterna espera, a cara o cruz, esa moneda lanzada que no cae mas, ansiedad, ansiedad... lo único que digiero es ansiedad... Por momentos de lucidez me digo a mi mismo: el día que tenga en claro a donde se puede llegar y a donde no, cuando la fantasía muere ante la realidad, el dolor fluye y luego se va, no regresa... no regresa como dolor punzante sino como melancolía.


lunes, 9 de mayo de 2011

Ya no espero



Vigilia que llegas lenta y silenciosa, increpando augurios de un mejor porvenir. Desmoronamientos de contemplaciones intrascendentes, de revelaciones sentidas, de confidencias comprometidas.
Conglomerados de sentires, de pesares, de seres…
Guapezas de unos, pavura de otros, cobardía la mía…
Revelaciones no esperadas, quiebres repentinos, miradas cómplices de un ¡qué se yo!
Te espero, aunque ya comienza la dormidera, enlenteciéndose reacciones, paralizándose la inaccesible racionalidad.
Pequeño entramado de movimientos incesantes, de confluencias intrínsecas en un golpe de párpados.
Ya no des/espero…

lunes, 2 de mayo de 2011

Alimentando la líbido del Internet


Internet como ente sin género ni orientación sexual, gustos, religión o política, sino todo en una. Internet como via o canal donde se almacena y transporta la líbido, donde existe la conversión de nuestra líbido (tangible a través de sus manifestaciones) a datos virtuales, que similar a lo que es el ATP en nuestro cuerpo, se almacena en paquetes de información como textos, imágenes, videos, sonidos. En todo momento hay una reconvesión, hay una alimentación bidireccional, donde el usuario pone en marcha esa "energía" utilizando la suya propia, es decir, somos el motor que mueve la líbido por el cyber espacio.