
Eras la pureza que apuñalaba la noche, espada tibia, estrella desmayada que se enciende. Recuerdo que nos fascinaba ver como el cielo abortaba sus estrellas en el alba... Ah, como suspiraba el cobre en tu cabello. Si tu eras la intención del aire, tenias alas y volabas alto, aquí te seguía este gorrión herido hacia donde parten todos los ángeles...y ya no mas, hoy ya no acuesto mi voz en tu sabio silencio, ya no mas lagrimas sangre incolora del corazón.



